Estamos recluidos en nuestra casa. Hemos parado de la noche a la mañana, con poco espacio para la frenada, antes de la declaración del estado de Alarma, aunque nos ayudó a parapetarnos en nuestras casas.
Y tras quince días de encierro, es hora de dejar de pensar en lo que hemos perdido y comenzar a descubrir lo que hemos ganado.
Para empezar hemos ganado tiempo. Tiempo con nuestra familia, con nosotros mismos, tiempo con nuestros vecinos o con nuestros compañeros. ¿Quien nos iba a decir ayer, que cada mañana se despliega con 24 horas de tiempo para rellenar?
Libros para reflexionar sobre el tiempo en general
- La nave de un millón de años, de Poul Anderson
- La patrulla del tiempo, de Poul Anderson
- Un yanki en la corte del rey Arturo, de Mark Twain
- La sonrisa etrusca, de José Luis Sampedro
- Cómo explicar física cuántica con un gato zombi, de Big Van, científicos sobre ruedas
También hemos ganado hobbies, hemos reencontrados los perdidos y aprendidos los olvidados.
Sobre hobbies y aficiones perdidas y encontradas
- El coleccionista, de John Fowles
- Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer, de David Foster Wallace
- El silencio de los corderos, de Thomas Harris
- ¡A los leones!, de Lindsay Davis
- Yo te leo y tu me cuentas, de Ballaz Zabalza, Jesús
Y soledad, porque nos hemos dados cuenta de que nos rodea, ahora que no hay voces a nuestro alrededor. Pero también hemos recuperado a los amigos, a los que antes despachábamos con un lacónico emoticono y que ahora ocupan el tiempo de nuestras tarifas de infinitos minutos.
Sobre soledades amigos y compinches
- Delicioso suicidio en grupo, de Arto Paasilinna de ediciones Anagrama
- Hacia rutas salvajes, de Jon Krakauer de Debolsillo
- Reencuentro, de Fred Uhlman de Maxi-Tusquets
- El extranjero, de Albert Camus de Alianza Editorial
- Stoner, de John Williams de Baile del Sol
Y hemos perdido el miedo a no consumir, a no tener de todo, pero tener lo más importante, porque nos han cerrado los bazares llenos de brillantes baratijas que pierden el lustre a la primera caricia. Y hemos perdido también ese miedo a permanecer parados pivotando en nuestra pequeña parcela porque hemos aprendido a pararnos y dejar de huir.
Sobre baratija, tesoros y amuletos
- La novela del buscador de libros, de Juan Bonilla
- Novela de ajedrez, de Stefan Zweig
- La trampa maestra, de Michael Frayn
- Las mil y una noches, Anonimo
- Cazadores de sombras, Cassandra Clare
Los paraísos idílicos nos saludan desde la distancia y nos dicen que están mejor sin nosotros.
Y todo esto lo hemos ganado porque nos hemos dado cuenta de lo que podemos perder porque un pequeño microorganismo, al que ni la comunidad científica dota de vida, se nos ha metido en nuestras casas.
Sobre Virus futuros distopicos y utópicos
- El último hombre, de Mary Shelley
- Soy leyenda, de Richard Matheson
- Apocalipsis, de Stephen King
- El primer siglo después de Beatrice, Amin Maalouf
- El Laberinto de Tennen, de David Luna
Y ahora que estamos parados con tiempo a nuestro alrededor, ése que hemos ahorrado instigados por los “los hombres de gris” que decían guardarlo en “los bancos del Tiempo” mientras se lo fumaban convertido en hojas secas de “flores horarias”, ya podemos volver a gastarlo en cosas superfluas como la imaginación, la creatividad, el arte, la literatura, el amor, la familia y los cursos de cocina.
Para tiempos perdidos, encontrados y momentos de reflexión
- En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust, Ediciones Valdemar.
- Walden, de Henry David Thoreau de Errata Nature
- El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad editorial Valdemar.
- El Conde de Montecristo, Alejander Dumas.
- Amor en la tarde, Lisa Kleypas, Ediciones B.
- Maestros de la costura. Los mejores patrones del programa, RTVE / Shine
- 1080 recetas de cocina de Ortega, Simone
Vuelve a ser nuestro durante semanas y semanas y tenemos que aprovecharlo para reflexionar primero si queremos que nos los vuelvan a quitar y segundo si queremos conservarlo para perderlo a nuestro gusto.
Si, cuantas cosas hemos perdido, o más bien cuanto artificio hemos dejado atrás y cuanto hemos ganado.
Y ahora mientras que os hacia reflexionar cuanto tiempo tenéis para perder, me he atrvido a sugeriros una lista de libros para que dejéis discurrir entre sus páginas algunas de las extensas horas que se dibujan frente a vosotros, porque si de algo sirve un libro es para ayudarnos a perder el tiempo, sin desperdiciarlo.