Maldita falta de concentración
No os voy a engañar. Cuando el estado de alarma nos golpeó a todos, por muy esperado que fuera, y la palabra confinamiento salió de la boca del presidente Sánchez, yo fui de los que pensé: “Bueno, al menos voy a tener un montón de tiempo para leer”. Y sólo de pensarlo, salivaba. Hice una selección de tres o cuatro libros (me cuesta leer uno solo a la vez) y me puse manos a la obra.
Pero las cosas no salieron (no están saliendo) como pensaba…