Un gran thriller en la antigua Roma con Cicerón, el excenturión Tito y Sila como protagonistas.
Sinopsis:
En el año 80 a. C. Roma es una metrópolis violenta en la que se entrelazan el dinero, el vicio y la política. En la oscuridad de los bajos fondos, cuatro asesinos liderados por un coloso con horribles cicatrices irrumpen en el nuevo burdel de lujo La Vaina del Gladio y provocan una masacre; entre los muertos, el rico comerciante de telas Marco Vilio Cincio, aspirante a senador. El dueño del lugar, único superviviente de la carnicería y principal sospechoso, ha desaparecido, y son muchos los que lo buscan, como el veterano centurión Tito Anio.
En otro rincón de la ciudad, la vestal Cecilia Metela acude al joven Cicerón para que defienda a su protegido, Sexto Roscio, de la acusación de parricidio: una causa delicada que oculta intereses perversos. La sombra de Sila, cuyos enemigos están cada vez más inquietos, se cierne sobre ambos casos. Mientras que, para llegar a la verdad, Tito deberá enfrentarse a peleas, emboscadas y complicaciones sentimentales, Cicerón descubrirá que en el foro está en juego no solo el destino de Sexto, sino el suyo propio, e incluso la supervivencia de la República.
La crítica ha dicho:
«Entretenidísima trama, […] asombroso […] Cicerón convertido en investigador. Roma, la fascinante Roma de la época, es transmitida al lector a través del ambiente, de la vida de quienes la pueblan, […] y se agradece. Un sólido entretenimiento para una tarde, o dos, de lluvia y frío.» Juan Carlos Galindo, El País
«Un libro impresionante como un noir de Ellroy, gore como una película de Tarantino y afilado como un thriller de Turow.» Corrieredella Sera
«Mantiene enganchado hasta la última página. […] Una Roma tentacular, feroz y seductora, un hervidero de intrigas al estilo de L.A. Confidential.» Giuliano Aluffi, IlVenerdì diRepubblica
«El noir de la antigua Roma: sexo, delitos y Cicerón.» LaLettura
«A medio camino entre la novela de espías y la novela histórica, […] este apasionante debut supone una grata sorpresa.» Amanda Colombo, LegnanoNews
«Roma remota y criminal. […] El derecho de los lobos une el thriller ciceroniano y el hard boiled de burdel […] y demuestra que aquí todo es eterno: la política, la equidad y las injusticias.» Federico Condello, Robinson de LaRepubblica
«Cicerón se convierte en el nuevo Sherlock Holmes.» Cristina De Stefano, Elle
«Un intricado fresco de un momento crucial de la historia de Roma, la del poder y caída de Sila. Intriga, sangre y ambigüedad propias de una novela criminal ante litteram.» Paolo Marcolin, Il Piccolo
«Una novela repleta de suspense que nos proyecta hacia un mundo lejano de la mano de unos personajes que parecemos conocer de toda la vida. […] Una novela apasionante.» Mauro Castelli, EconomiaItaliana
Conoce a los autores:
Stefano De Bellis: es consultor informático administrativo. Publicó, con Edgardo Fiorillo, El derecho de los lobos (2021), su primera novela.
Edgardo Fiorillo: es biólogo, traductor, divulgador científico y editor.
El Derecho de los Lobos es la unión de los esfuerzos del policía y economista italiano Stefano de Bellis y del biólogo y traductor Edgardo Fiorillo para mostrarnos la corrupción de una época extrañamente similar a la que tenemos hoy en día. Alfaguara ha anunciado el primer libro del duo en España tras el rotundo éxito que ha tenido en su Italia natal.
Lee un fragmento del libro:
Masacre en La Vaina del Gladio
Roma, año 673 ab Urbe condita, tercer día antes de las nonas de enero
(3 de enero del año 80 a. C.)
El sonido de la piedra de afilar contra el hierro acariciaba los tímpanos del hombre de la cicatriz y lo ayudaba a concentrarse. Cuidaba de sus sicas como un león de sus garras: acompasándose con las sacudidas del carro dejaba que la piedra corriese con estudiada lentitud sobre las hojas curvas, disfrutaba del momento y repasaba para sus adentros, mientras tanto, las cosas que tenía que hacer, distribuyéndolas en una secuencia precisa.
Afilaba su determinación de matar.
Tenía una misión, y los tres que lo acompañaban para llevarla a cabo seguirían sus órdenes, en cumplimiento de la ferina jerarquía que se había instaurado entre ellos.
El más joven, al que todos llamaban Puer, dormitaba en un rincón, envuelto en un manto oscuro; los otros dos charloteaban.
—Habrá mujeres —dijo el ibérico, recogiéndose el pelo en una corta coleta.
El germánico se rio.
—Mira qué bien… Vamos a estropear una fiesta. ¿Cuántas putas habrá, eh? ¿Cuántas habrá?
El hombre desfigurado se pasó el dedo índice por la cicatriz irregular que le recorría la cara desde la mandíbula hasta la frente pasando por la órbita derecha, vacía como un pozo sin fondo. Dio un último repaso a las sicas y se las cruzó por detrás de la espalda, metiéndolas en el grueso cinturón de cuero que le ceñía la túnica por la cintura. Aflojó los hombros, giró el cuello de toro, se inclinó hacia el hombre que estaba sentado frente a él y lo agarró por la barba. El otro gimió de dolor sujetándose, con las dos manos, al gigantesco brazo que tiraba de él hacia abajo.