«Cada novela es un deicidio secreto, un asesinato simbólico de la realidad.»
Publicado a comienzos de la década de los setenta y desaparecido de las librerías desde hace muchos años, este ensayo, que en su origen fue la tesis que le valió a Vargas Llosa en 1971 el título de doctor por la Universidad Complutense de Madrid, muestra la admiración del Nobel peruano por García Márquez y por su novela Cien años de soledad. En él se analiza en profundidad la obra del autor colombiano, compañero de Vargas Llosa en el boom de la literatura latinoamericana.
«Obsesiva; recurrente, una intención central abraza la obra de García Márquez, una ambición única que sus ficciones van desarrollando a saltos y retrocesos, desde perspectivas diferentes y con métodos distintos. Este denominador común hace que sus cuentos y novelas puedan leerse como fragmentos de un vasto, disperso, pero al mismo tiempo riguroso proyecto creador, dentro del cual encuentra cada uno de ellos su plena significación. Esta voluntad unificadora es la de edificar una realidad cerrada, un mundo autónomo. »Un escritor no elige sus temas, los temas lo eligen a él.
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Conoce a Mario Vargas Llosa:
Jorge Mario Pedro Vargas Llosa nació un domingo 28 de marzo de 1936 en la ciudad de Arequipa (Perú). Sus padres, Ernesto Vargas Maldonado y Dora Llosa Ureta, ya estaban separados cuando vino al mundo y no conocería a su progenitor hasta los diez años de edad.
Estudia la primaria hasta el cuarto año en el Colegio La Salle de Cochabamba en Bolivia. En 1945 su familia vuelve al Perú y se instala en la ciudad de Piura, donde cursa el quinto grado en el Colegio Salesiano de esa ciudad. Culmina su educación primaria en Lima e inicia la secundaria en el Colegio La Salle.
En 1953 regresa a Lima. Ingresa a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde estudia Letras y Derecho. Su opción no fue aceptada por su padre, por lo que fue una etapa sumamente difícil, más aún cuando a los dieciocho años decide contraer matrimonio con su tía política Julia Urquidi, lo que aumentó sus urgencias económicas. Paralelamente a sus estudios desempeña hasta siete trabajos diferentes: redactar noticias en Radio Central (hoy Radio Panamericana), fichar libros y revisar los nombres de las tumbas de un cementerio, son algunos de ellos. Sin embargo, sus ingresos totales apenas le permitían subsistir.
En 1959 parte rumbo a España gracias a la beca de estudios «Javier Prado» para hacer un doctorado en la Universidad Complutense de Madrid; así, obtiene el título de Doctor en Filosofía y Letras. Luego de un año se instala en París.
Los esfuerzos por llevar a cabo su vocación literaria dan su primer fruto cuando su primera publicación, un conjunto de cuentos publicados en 1959 con el título Los jefes, obtiene el premio Leopoldo Arias. Anteriormente había escrito una obra de teatro, el drama La huída del Inca.
En 1964 regresa al Perú, se divorcia de Julia Urquidi y realiza su segundo viaje a la selva donde recoge material sobre el Amazonas y sus habitantes.
Viaja a La Habana en 1965, donde forma parte del jurado de los Premios Casa de las Américas y del Consejo de Redacción de la revista Casa de las Américas; hasta que el caso Padilla marca su distanciamiento definitivo de la revolución cubana en 1971.
En Perú, su trayectoria sigue siendo fructífera. En 1981 fue conductor del programa televisivo La Torre de Babel, transmitido por Panamericana Televisión; en 1983, a pedido expreso del presidente Fernando Belaúnde Terry, preside la Comisión Investigadora del caso Uchuraccay para averiguar sobre el asesinato de ocho periodistas.
En el ´87 se perfila como líder político al mando del Movimiento Libertad, que se opone a la estatización de la banca que proponía el entonces presidente de la República Alan García Pérez.
El año 1990 participa como candidato a la presidencia de la República por el Frente Democrático-FREDEMO. Luego de dos peleados procesos electorales (primera y segunda vuelta), pierde las elecciones y regresa a Londres, donde retoma su actividad literaria.
En marzo de 1993 obtiene la nacionalidad española, sin renunciar a la nacionalidad peruana.
En la actualidad colabora en el diario El País (Madrid, España, Serie Piedra de toque) y con la revista cultural mensual Letras Libres (México D.F., México y Madrid, España, Serie Extemporáneos).
Los méritos y reconocimientos lo acompañan a lo largo de su carrera. En 1975 es nombrado miembro de la Academia Peruana de la Lengua y en 1976 es elegido Presidente del Pen Club Internacional. En 1994 es designado como miembro de la Real Academia Española.
Ganador de múltiples galardones, en su haber cuenta con los premios Planeta, Cervantes, Príncipe de Asturias y el Premio Nobel de Literatura 2010.
En junio de 2020 publicó Medio siglo con Borges (2020), una colección de artículos, conferencias, reseñas y notas sobre un autor que ha sido para Vargas Llosa «una fuente inagotable de placer intelectual».
En noviembre de 2020 fue homenajeado en Madrid, donde recibió el Premio Francisco Umbral al Libro del Año, que concede la Fundación Francisco Umbral, por su novela Tiempos recios.
Más libros de Mario Vargas Llosa:
Tiempos recios
Una historia de conspiraciones políticas e intereses encontrados durante la Guerra Fría. Una mentira que pasó por verdad y cambió el devenir de América Latina.
Guatemala, 1954. El golpe militar perpetrado por Carlos Castillo Armas y auspiciado por Estados Unidos a través de la CIA derroca el gobierno de Jacobo Árbenz. Detrás de este acto violento se encuentra una mentira que pasó por verdad y que cambió el devenir de América Latina: la acusación por parte del gobierno de Eisenhower de que Árbenz alentaba la entrada del comunismo soviético en el continente.
Tiempos recios es una historia de conspiraciones internacionales e intereses encontrados, en los años de la Guerra Fría, cuyos ecos resuenan hasta la actualidad. Un suceso que involucró a varios países y en el que algunos verdugos acabaron convirtiéndose en víctimas de la misma trama que habían ayudado a construir.
Medio siglo con Borges
«Esta colección de artículos, conferencias, reseñas y notas da testimonio de más de medio siglo de lecturas de un autor que ha sido para mí, desde que leí sus primeros cuentos y ensayos en la Lima de los años cincuenta, una fuente inagotable de placer intelectual. Muchas veces lo he releído y, a diferencia de lo que me ocurre con otros escritores que marcaron mi adolescencia, nunca me decepcionó; al contrario, cada nueva lectura renueva mi entusiasmo y felicidad, revelándome nuevos secretos y sutilezas de ese mundo borgiano tan inusitado en sus temas y tan diáfano y elegante en su expresión.
»Siempre leí a Borges no solo con la exaltación que despierta un gran escritor; también, con una indefinible nostalgia y la sensación de que algo de aquel deslumbrante universo salido de su imaginación y de su prosa me estará siempre negado, por más que tanto lo admire y goce con él.
La guerra del fin del mundo
A finales del siglo XIX, en las tierras paupérrimas del noreste del Brasil, el chispazo de las arengas del Consejero, personaje mesiánico y enigmático, prenderá la insurrección de los desheredados. En circunstancias extremas como aquellas, la consecución de la dignidad vital solo podrá venir de la exaltación religiosa -el convencimiento fanático de la elección divina de los marginados del mundo- y del quebranto radical de las reglas que rigen el mundo de los poderosos.
Así, grupos de miserables acudirán a la llamada de la revolución de Canudos, la ciudad donde se asentará esta comunidad de personajes que difícilmente desaparecerán de la imaginación del lector: el Beatito, el León de Natuba, María Quadrado… Frente a todos ellos, una trama político-militar se articula para detener con toda su fuerza el movimiento que amenaza con expandirse.
Los cachorros
Cuando Mario Vargas Llosa publicó Los cachorros en 1967 era ya un escritor consagrado, en su plenitud de narrador. Relato que busca en todo momento una voz plural (según el autor obra más cantada que contada), que ondula de un personaje a otro, de lo subjetivo a lo objetivo, ha suscitado una increíble cantidad de interpretaciones: evocación de juventud, parábola sobre la impotencia de una clase social, castración del artista en el mundo subdesarrollado, y otras muchas. Cualquiera puede ser cierta porque Los cachorros tiene la intensidad y el carácter ambiguo de las grandes obras maestras.